V
I Resigo con mis ojos los abismos que se recortan en las ramificaciones de mis manos. II Cuándo dejaré de llorar en tus brazos incorpóreos. Qué rabia no me recorrerá la piel tormentosa. Cómo resistiré a nuestro futuro. Quién auscultará mi respiración borboteante. Cuándo acabará está época acuchillada. Porqué no puedo vivir en otra. III Mis límites son infinitos como la muerte de Rajoy, nadie me parará porque admiro al hoy; quiero un carpe diem global, desde chile hasta el final. Quiero que tu hermano esté sano y el mundo lo ignore. Los coches atropellan la calzada y todo lo que esté en ella mientras tacho a tientas hasta las tantas las letras estériles que me matan.
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